Víctimas detrás de las Víctimas
Durante los últimos años las denuncias en redes y escraches mediáticos, sin intervención de la justicia, están en alarmante crecimiento. Los afectados por esta forma de linchamientos se cuentan de a miles, muchos ejercen su derecho y demandan a quienes comenten estos delitos. Otros tantos terminan en hechos trágicos. La historia de la familia Pérez Ruíz no es la excepción.
En un trabajo de investigación de redes personales tenía el interés de poder contactarme con Erica, la madre de Thomas. Sus entrevistas en medios y su angustia, era el motivo principal para poder hablar con ella. Conocer además cuál era la situación sobre la demanda judicial que había llevado adelante. Habían demandado a la mujer que consideran fue quien llevo a Thomas, su hijo, a tomar la dramática decisión de quitarse la vida. No es el único, María Luz Baravalle, Emanuel Gómez, Agustín Muñoz y tantos otros casos, invisibles, dan cuenta de esta grave problemática social que no se registran en organismos oficiales, pero existen.
La familia Pérez Ruíz, estaba conformada por Erica y Marcelo que son los padres, Jeremías, Thomas Fabrizio y una menor sobrina que estaba a su cuidado a quien consideran como una hija. Una familia gigante con tías y sobrinos por doquier, de Almirante Brown. Thomas, peluquero desde los 16 años, iba a la parroquia del barrio Don Orione a colaborar con el párroco algunos días a cortar el cabello gratis. Además, asistía al centro psiquiátrico Cottolengo para hacer lo mismo. Joven muy activo que a los 18 años les pidió a los padres un espacio para poder abrir su propia peluquería.
Con mucho esfuerzo empezó a comprar los suministros para armarla. La peluquería está condicionada a los mejores estilos ´80 con butacones antiguos y accesorios de clubes y deportes varios, colgados por la pared y cabreadas, regalos de varias personas que colaboraron luego de conocer el trágico caso.
Jeremías, su hermano, aspirante a guardavidas, paso los exámenes de manera excelente y se postuló para viajar al sur de nuestro país y poder ejercer su profesión. Esa postulación era para un puesto oficial y le confirmaron que había quedado. Jere, como lo llama su familia, recibió la noticia de que el puesto era suyo unos días después de la trágica muerte de su hermano Thomás. Decidió quedarse para acompañar a la familia. Reacondicionar la peluquería y continuar con el legado de su hermano.
Su pequeña hermana postiza quedo muy afectada por lo sucedido, tuvo tristes pensamientos autodestructivos porque no puede superar la pérdida de su hermano, los padres tomaron la decisión, por su salud mental, que regrese a la casa de los tíos. No pudieron contener a todos en este doloroso transitar.
Thomas Fabrizio Perez Ruiz un joven de 18 años, decide quitarse la vida luego de que una ex novia decidiera publicar en redes una situación de abuso sexual que nunca existió. Realizo un vivo en el momento en que Thomás había cometido el acto , descreía y luego se burló del hecho.
Thomas tomó conocimiento por los mensajes que empezó a recibir de sus amigos, vio la publicación, realizo un descargo en los mismos medios, pero los mensajes aberrantes y amenazantes que recibía le generaron gran temor. Era cerca del mediodía, estaba en la peluquería, le contó lo que estaba viviendo a su hermano, con quien acordaron no contarle nada a los padres para no preocuparlos. Thomás a las 16:00 decide cerrar la peluquería, lo invadió el miedo. Llega Erica de trabajar y le cuenta todo el episodio desde el acoso que recibía de su ex hasta lo que había publicado en redes, “yo no hice nada” le dijo a su mamá. Ella reacciona con angustia y lo indaga preguntado porqué no le contó antes sobre lo que estaba sucediendo, “quédate tranquilo, llega papá y vamos a la comisaría, nadie te va a hacer nada” entre que ella le habla llega un amigo, justamente policía de la seccional cercana, estaba al tanto de los mensajes que estaban circulando y Erica sale a recibirlo para que la asesore. Cuando intenta volver con Thomás la puerta de la casa la había cerrado con llave por dentro, no podía abrirla, le grita que le abra, pide ayuda y rompen la puerta junto con Jeremías. Thomás se había quitado la vida.
Lo que vino después fueron infinitas muestras de amor de los vecinos, compañeros del club y amigos. El propio padre de la parroquia Don Orione oficio una misa en su honor porque pese a la manera en que sucedieron los hechos todos eran conscientes de que a veces la mente y el alma algunas cosas no las soportan. Thomas era un joven bondadoso, colaborador, amable y querido. La ceremonia con cientos de personas acompañando a la familia, dieron cuenta de eso.
Unos días después de que todo sucediera, en su peluquería, encontraron un cuaderno donde Toto, como lo llamaban, escribió una carta a sus papas “no quiero que les pase nada”. Los linchamientos por estos casos ya los conocía, habían sucedido no hacía mucho tiempo atrás con otro caso que también termino en falsas acusación, a la vuelta de su casa. Vecinos entraron e intentaron quemar la vivienda con las personas dentro. El miedo se apoderó de Thomás y sintió que la única manera de proteger a su familia era esa.
Quien hizo los escraches en la red Instagram borró de inmediato todas las publicaciones, ya era tarde. Testigos informan que ella habla de un hecho y que en ese momento ella estaba “en pareja con un miembro de la policía bonaerense y no quería que se enterara”. Hoy la familia también está intentando localizar a esta persona para que pueda testificar.
La familia Pérez Ruíz busca justicia. Acusaron a quien consideran fue la responsable de inducir a su hijo a cometer este acto, pero aun la justicia no elevo el caso y la fiscalía competentes tampoco los notificaron de cómo seguir. La policía aún tiene secuestrado su teléfono y la denuncia no fue notificada a la demandada. Cuentan con material de prueba que quieren sea adjuntado.
Piden justica por su hijo y conciencia por todos y cada uno de los jóvenes, hijos, amigos, padres …que pueden llegar a estar afectados por el delito de las falsas denuncias.
En su honor cada día del niño festejan con los vecinos. La ayuda y apoyo de la comunidad hace posible un evento inolvidable. Cada año reúne a cientos de nenes y sus familias para recordarlo, concientizar y tener vigente su legado de brindarse a los demás. Nadie se va sin su regalo.
Marcelo, su padre, dijo “tengan cuidado, las redes matan”
Autor: Andrea R. Guacci
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